En la conducción están presentes muchos elementos: la carretera, el vehículo, el conductor… Cualquier error de uno de los tres elementos puede provocar un accidente, aunque en la mayoría de las ocasiones el factor principal somos nosotros, los conductores, aunque no debemos dejar de tener en cuenta aspectos como el mantenimiento de nuestro vehículo, las condiciones de la carretera y la climatología.

Las distracciones son el principal peligro. Actualmente, el gran uso que realizamos de los teléfonos móviles es una de las principales causas de los accidentes, pero acciones habituales como hablar con el copiloto o manipular los botones nos hacen perder la atención de la vía y provocar un accidente. Otros factores como la velocidad o el alcohol también tienen mucha relevancia en los accidentes.

Pero a pesar de que la mayoría de accidentes se provoquen por la falta de atención de los conductores, existen factores que los conductores intentamos evitar o que realizamos un mal uso de ellos. En este caso se trata de saltarse las normas de circulación, o de no respetarlas.

  • Saltarse el STOP. Muchos conductores, cuando creen que tienen una buena visualización, deciden no parar tras la señal y continuar circulando sin detenerse. Incluso existen conductores que no prestan atención a la señal y continúan a la misma velocidad. Esto es provocado por una falta de atención del conductor, ya que hay que fijarse en la señalización y respetarla para así evitar riesgos y accidentes.
  • Saltarse el ceda el paso. En este caso, muchos conductores no saben que tienen que ceder el paso a los demás vehículos, por lo tanto existen muchos golpes y choques provocados por este factor. Además, existen ocasiones en las que hay varias intersecciones y los conductores no sabe qué vehículo tiene preferencia.
  • No detenerse en los pasos de peatones. En esta ocasión tienen la culpa tanto los conductores como los peatones, ya que ambos hacen un mal uso de los pasos de peatones y por ello se provocan atropellos. Muchos vehículos no se detienen aunque haya personas que estén esperando para cruzar, mientras que muchos peatones se disponen a cruzar el paso sin haber mirado si viene algún vehículo.
  • Hacer un mal uso de las rotondas. Muchos conductores no saben qué carril tienen que escoger al entrar en una rotonda, por lo que son lugares con mucha frecuencia de accidentes. En las rotondas hay que estar muy atento a los demás vehículos de tu alrededor, para conocer también hacia dónde se dirigen y así evitar que se produzcan accidentes.
  • Pasar el semáforo en rojo. Por impaciencia del conductor, o por distracción, es muy habitual que los conductores se salten los semáforos en rojo. Por ello, hay que estar muy atento a toda la señalización y respetarla.

 

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