Increíble pero cierto, el pasado mes de enero conocíamos la sentencia de este hecho que se dio hace ya algunos años, sobre un conductor que se había amputado la mano y simulado un accidente de coche, para poder engañar a la compañía aseguradora y cobrar la indemnización correspondiente. La aseguradora le pilló y el conductor ha sido condenado a cumplir cinco años de cárcel por estafa.

Todo fue una treta que el hombre ideó para engañar al seguro y cobrar una indemnización que superaba los 330.000 euros. Un dinero que tendrá que devolver además de cumplir su pena de cárcel.

Simular un accidente para engañar a la compañía aseguradora

Aunque parezca mentira, estas cosas suceden, en este caso es un hecho que ha pasado en nuestro propio país y que despertó las sospechas del tribunal que ha terminado juzgándole.

Sucedió en Castellón, en el año 2007, concretamente en la madrugada del 10 de diciembre, cuando un hombre se amputó su propia mano derecha con un objeto cortante, después se hizo un torniquete y se dirigió en su propio vehículo por la carretera hasta caer por un terraplén.

Acto seguido, el mismo tuvo la sangre fría de colocar su mano amputada debajo del asiento del conductor y prender fuego al vehículo con una bolsa de gasolina que llevaba en el coche. Llamó al 112, se tiró en el suelo y se encendió un cigarro, momento en el que le socorrió un agente de la policía local.

El conductor, es un agricultor que pasaba por un momento económico complicado y que para apaciguar su dura situación, decidió contratar diferentes pólizas de seguros, con diferentes aseguradoras, en concreto ocho pólizas.

Este fue uno de los indicios que tuvo en cuenta el tribunal que juzgó el caso, basándose en que el protagonista de esta historia no tenía un perfil como para justificar la contratación de tantas pólizas en un corto periodo de tiempo, ya que esto supondría un esfuerzo económico muy elevado que no se ajusta a la capacidad económica del acusado.

Al parecer las deudas que acumulaba tenían su origen en unas obras que realizó en su vivienda y que le supusieron el embargo tanto de la vivienda como del vehículo.

Estafar al seguro del coche en España

En nuestro país, son muchos los conductores que intentan estafar a las compañías aseguradoras de sus vehículos para cobrar indemnizaciones más altas.

¿Cómo lo hacen? Inventando o engordando las lesiones sufridas en un siniestro, fingiendo golpes por parte de terceros inexistentes, etc.

Debemos recordar que esta es una práctica ilegal, aunque más habitual de lo que creemos, ya que desde el año 2009 se ha triplicado el numero de estafas o intentos de estafa, algo que supone casi 1.200 millones de euros. Sólo en el año 2014, seis de cada diez partes fueron fraudulentos.

Algunas compañías aseguradoras realizan un barómetro del fraude en el seguro de autos, que nos ofrece una gran cantidad de datos acerca de estas actuaciones fraudulentas.

Por ejemplo conocemos que el 95% de los intentos de fraude al seguro de autos, tienen que ver con daños materiales y el resto a lesiones. El importe de una indemnización por accidente de tráfico puede multiplicar por treinta el importe relativo a una indemnización por daños materiales.

Las estafas más habituales que se suelen hacer son las siguientes:

  • Las más comunes están relacionadas con daños ajenos al siniestro, estas son el 75% y son aquellas en las que se intentan incluir algún bien, como un daño material como consecuencia de un accidente de tráfico. Por ejemplo un teléfono móvil nuevo y de última generación que en realidad ni siquiera llevábamos.
  • A esta treta le siguen los accidentes simulados o montajes que se preparan a tal efecto, como el caso que hemos contado al principio de este artículo, que en general suelen ser organizados por más de una persona.
  • A continuación encontramos los presupuestos que se inflan para que aparente más grave el daño personal o material que nos ha causado el accidente, por ejemplo unas gafas de sol Ray-Ban que se han roto cuando en realidad eran de una marca desconocida.
  • Por último, las lesiones físicas que suelen ser simuladas, por inexistentes o por un falso agravamiento, suelen tener que ver con las cervicalgias, con el esguince cervical como el daño más frecuente. N esguince cervical puede suponer unos 3.000 euros y muchas personas se agarran a eso para simular el accidente.

 

Se conoce también que las estafas a las aseguradoras son más elevadas dependiendo la época del año en la que nos encontremos, siendo en los meses previos a las vacaciones de verano, los que más fraude terminan registrando, al igual que el mes de enero.

Otro dato a tener en cuenta es la edad de los asegurados que defraudan, siendo en su mayoría hombres menores de 26 años con una situación de desempleo o con un empleo inestable. Ya aunque son más los hombres que defraudan a las compañías aseguradoras, las mujeres son las que fingen más lesiones.

Cómo evitar a los defraudadores que simulan accidentes de tráfico

El caso es que circulando de forma correcta por la carretera, puedes encontrarte con que un vehículo choca a propósito contra el tuyo, o incluso se da el caso de peatones que se echan encima de los coches para cobrar una indemnización.

Países como Estados Unidos, Rusia o China están utilizando las cámaras de video que graban imágenes desde sus propios vehículos, para poder cubrirse en caso de denuncia por atropello o colisiones que son provocadas, ya que en estos países es bastante común que ocurran sucesos de este tipo, y las imágenes grabadas sirven de prueba ante el juez.

Lo más aconsejable es llamar de inmediato a la policía si nos vemos involucrados en un accidente en el que tenemos sospechas de que ha sido provocado.

La crisis económica por la que aun estamos pasando, ha provocado que aumenten los casos de fraudes a las aseguradoras, sobre todo en el caso de los vehículos.

Personas que no le facilitan toda la información a la compañía, le facilitan información falsa, simulan la existencia de un accidente que en realidad no ha existido o exageran los efectos y secuelas que ha tenido un accidente de tráfico.

Esto se considera mala fe, porque además el asegurado es consciente de lo que está diciendo y de el parte que está dando, con la única pretensión de obtener un beneficio económico que en realidad no le corresponde.

Consecuencias del fraude para el asegurado

Una vez que la compañía aseguradora ha desenmascarado al defraudador y se hace visible la estafa que éste ha cometido, existen algunas consecuencias importantes como:

  • La compañía aseguradora rescinde la póliza del seguro y veta al asegurado, de esta forma los datos pasan a formar parte de un sistema global al que otras compañías pueden acceder y descubrir la causa del veto, y vetarle también.
  • Se pierde el derecho a la indemnización, de forma inmediata, y si ha cobrado ya, tendrá que devolverlo.
  • Además, estafar al seguro tiene consecuencias penales por delito de estafa, siendo condenado no sólo a pagar una multa sino también cabe la posibilidad de que el condenado vaya a la cárcel.